Construir y Mantener Buenos Hábitos

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Hey Life Warriors!

Casi todos nosotros sabemos lo que deberíamos hacer: comer sano, tener más actividad, entrenar, dormir más y mejor… pero por alguna razón, no conseguimos dar con el ingrediente secreto que nos permita conseguir nuestros objetivos. Ese ingrediente secreto es la consistencia. Necesitamos tener esta consistencia durante un tiempo relativamente largo para conseguir estos objetivos, o al menos, para empezar a ver resultados. Hoy vamos a hablar de cómo construir y mantener buenos hábitos que nos permitan alcanzar nuestros objetivos, sean los que sean. Según este artículo, conseguir afianzar estos hábitos nos puede llevar entre dos semanas y nueve meses, dependiendo de diversos factores. ¡Vamos a ver qué cosas podemos hacer para conseguirlo!

Construir y Mantener Buenos Hábitos

Lo primero que tenemos que definir es cuáles son nuestros objetivos. Tal y como explicamos en este artículo, hay diferentes cosas que debemos tener en cuenta a la hora de establecerlos: que sean realistas, que no impliquen cambios demasiado radicales… si te lo perdiste, échale un vistazo porque por muy buenos hábitos que quieras construir, si fallas estableciendo el objetivo, nunca vas a llegar 😉

Una vez que sabemos hacia dónde nos dirigimos, tenemos que entender cuáles son los comportamientos que nos llevarán a conseguir nuestro objetivo. Dentro de estos comportamientos, habrá algunos más importantes y otros menos importantes. Descartemos aquello que no vaya a tener un gran impacto. Por ejemplo, si mi objetivo es ganar tres kilos de músculo, hay tres cosas innegociables: suficiente volumen de entrenamiento, suficiente cantidad de proteínas y suficiente descanso. Aparte de estas tres, hay otras que me pueden ayudar, pero tendrán un menor impacto: suplementos, tipo de rutina, número de ejercicios por cada grupo muscular… Si mi objetivo es perder grasa, tengo tres cosas innegociables: déficit calórico, suficiente proteína y entrenamiento de fuerza, y otras cosas que me ayudarán, pero tendrán menor impacto: andar 10.000 pasos al día, entrenar cardio, hacer una dieta determinada (keto, paleo, ayuno intermitente…). Tenemos que centrarnos en lo básico. Una vez que lo básico está afianzado, entonces podemos añadir más cosas.

Ahora que ya sabemos hacia dónde vamos y cuáles son los comportamientos imprescindibles, tenemos que encontrar la forma de mantenerlos. Para ello, hay tres puntos importantes a tener en cuenta:

  1. Complejidad: cuando más complejas sean las tareas que me impongo, más difícil será que pueda encajarlas en mi día a día. Digamos que quiero conseguir un déficit calórico. Puedo intentar hacerlo simplemente disminuyendo las cantidades de mis comidas habituales, o puedo intentar cambiar mi dieta de arriba abajo, introduciendo nuevos platos y comidas que normalmente no como. En el primer caso, las probabilidades de que lo consiga son bastante altas. En el segundo, aunque los primeros días tenga la motivación por las nubes, me terminaré cansando y volviendo a mis viejos hábitos, ya que esto será lo más fácil para mí.
Construir y mantener buenos hábitos

2. Consistencia: para que pueda empezar a ver resultados, necesito mantener mis buenos hábitos durante el tiempo suficiente. Normalmente encontramos dos problemas aquí:

  • Queremos ver resultados muy rápido y nos desmoralizamos cuando no los vemos. Para conseguir objetivos a largo plazo, tenemos que cambiar esa mentalidad de aquí y ahora. Las personas que piensan en años tienen una gran ventaja sobre aquellos que piensan en semanas o en días; sobreestimamos lo que podemos conseguir en un mes, pero subestimamos lo que podemos conseguir en un año. Confiamos completamente en la motivación, pero nos olvidamos de la disciplina. Motivación y disciplina son como una cerilla y una vela. La motivación es la cerilla; se enciende y se apaga muy rápido. Puedo utilizar la cerilla para encender la vela, pero sin la vela, nos quedaremos sin luz muy pronto.
Construir y mantener buenos hábitos
  • Tiramos todo por la borda en cuanto fallamos un día. Esto es una carrera de larga distancia. Ni tú ni nadie va a conseguir hacer todo bien todos los días. Sencillamente, no va a pasar. Busca objetivos que te cueste poco trabajo mantener, y ve progresando con el tiempo. Si pretendes imponerte restricciones calóricas muy severas, es más probable que tires la toalla en el fin de semana. En cambio, si te pones objetivos asequibles, puedes mantenerlos sin problema, incluso en el fin de semana, como puedes ver en este ejemplo:
  • Compromiso. Por último, cuando se trata de construir y mantener buenos hábitos, es clave que estemos comprometidos con ellos. Los cambios que buscamos no son temporales, sino permanentes, por lo que necesitamos ese compromiso de no volver atrás. En muchas de las personas con las que trabajo, este es el punto de mayor dificultad, y la manera que tenemos de superarlo, es socializando estos cambios. Si comprometerte contigo mismo no es suficiente, comprométete con otras personas. Lo que hacemos nosotros es enviar los reportes diarios a un grupo de whatsapp donde otras personas con el mismo objetivo se animan unas a otras. Este punto suele ser el preferido de las personas que siguen nuestro método. Busca gente con tu mismo objetivo y trabajad juntos, comparte tus metas con familiares y amigos… cuanta más gente lo sepa, mejor

Resumiendo, si quieres construir y mantener buenos hábitos, ten en cuenta lo siguiente:

  1. Define tus metas.
  2. Evita los cambios demasiado complejos; pequeños cambios consiguen grandes diferencias.
  3. Sé consistente; concéntrate en el proceso y los resultados llegarán con el tiempo
  4. Comprométete con estos cambios. Si te resulta difícil, haz a otras personas partícipes de tus cambios

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